Formula 1

Pues ya está en marcha, este fin de semana empieza la fórmula 1. Tras la pretemporada, las sensaciones son que va a estar todo bastante igualado, aunque hay que esperar. Fernando Alonso quiere recuperar su corona para igualar con 3 mundiales al mítico piloto Ayrton Senna (a mi gusto el mejor que he visto nunca, com permiso de Schumacher).

No lo tiene fácil. Muchos son los pilotos que quieren disputar el campeonato. En Ferrari, Felipe Massa intentará demostrar que está a la altura de Alonso, algo que pocos creen que pueda lograr. El año pasado se vio superado una y otra vez por su compañero y su pilotaje queda en entredicho. Con rumores constantes sobre su posible sucesión, deberá ganarse una renovación que hoy por hoy no parece factible. Fernando Alonso es para muchos el favorito. La prensa inglesa le reconoció el año pasado como el mejor piloto del año. Muchos creen que lo es, basando su fundamento en sus dos títulos con un Renault inferior al McClaren de Raikkonen (2005) y al Ferrari de Schummi (2006), así como a la gran temporada pasada en la que a punto estuvo de ganar a unos Red Bull mucho más rápidos que su Ferrari y dejando muy atrás a su compañero de equipo.

Grandes cambios... ¿para bien?

Revisando el correo, he estado leyendo uno que me enviaron hace algún tiempo. Habla básicamente de los cambios generacionales y me ha servido para recordar gran parte de mi infancia.

Ahora, rondando la treintena y con dos hijas a las espaldas, me doy cuenta de cuánto han cambiado las cosas.

 En los 80, cualquier niño iba solo a un bar a pedir que le diese unas chapas (yo llegué a tener mas de 5000 repartidas en cajas de zapatos) que nos jugábamos con nuestros amigos machacándonos los dedos (la mayoría de nosotros tenemos callos en ellos de darle a la chapa para ganar una carrera).

 Una cuerda, una goma y un balón bastaban para tener entretenidos a 20 o 30 niños durante ¡toda una tarde! Con 8 años en Castrejón de la Peña (pueblo palentino donde veraneaba) por la módica cantidad de 500 pesetas sacabamos un bono para pasarnos el día metidos en la piscina municipal, donde la única vigilancia existente era el socorrista-taquillero que te daba un coscorrón si propasabas los límites de lo correcto.

Terremoto en Japón

Ante los echos ocurridos en Japón, desde aquí quería expresar mi pesar y hacer llegar mis condolencias a ese gran pueblo.

El terremoto y consiguiente tsunami que se registró ayer Japón, ha dejado más de un millar de vístimas y grandes destrozos, a la espera de más datos. Además, 2 centrales nucleares has resultado dañadas, por lo que se ha activado el sistema de emergencia nuclear. Esperemos que quede ahí y no  haya que lamentar más pérdidas.

Estos echos nos demuestran una vez más la nimiedad del ser humano, empeñado en gobernar el mundo sin darse cuenta de que estamos plenamente expuestos a los caprichos de la naturaleza.

Debería servir de ejemplo para dar más valor a lo que tenemos, sobre todo a la vida.


Una vez más, mis condolencias a los japoneses, hoy destrozados, pero seguro que se levantarán con más fuerza. ¡Ánimo!!!

¿Quién es el mejor?

El eterno debate es siempre, en términos futbolísticos, qué equipo es mejor, si el F.C. Barcelona, acutal dominador del fútbol español y uno de los mejores (si no el mejor) equipo europeo en cuanto a juego y resultados, o el Real Madrid, mejor equipo del siglo XXI, el equipo con más ligas y copas de europa de la historia, que últimamente intenta recuperar la hegemonía sin mucho éxito.

El debate se ha trasladado ahora a dos puntos: el banquillo y su jugador franquicia.

En el banquillo, nos encontramos por un lado a Jose Mourinho, sin pelos en la lengua, admirado por unos y odiado por otros, le encanta ser el centro de atención. Provocador como él solo, sabe calentar los partidos, alguna vez llegando quizá demasiado lejos, para llevarlos donde él quiere.

Ha triunfado allí donde ha estado, ganando una Champions con el Oporto y un triplete con el Inter de Milán. Aunque se marchó del Chelsea sin haber conseguido aquello para lo que llegó: ganar la Champions League.

Luego está Pep Guardiola. Saboreó las mieles del éxito liderando a aquel Dream Team de Cruyff. Cogió apuntes de su libreta y la retocó para hacer del Barça actual uno de los equipos más vistosos que se recuerdan. En su primera campaña entrenando en primera tras su paso por el filial, llevó a su equipo al primer triplete español de la historia, va camino de su tercer título liguero y año tras año devora records.

Defiende a sus futbolistas a muerte, aunque no tiene reparos a la hora de expulsar del grupo a aquellos que no encajan en él (Ronaldinho, Etoo, Ibraimovich)