Semana de procesión, vacaciones... y Madrid-Barça.
Generalmente, la Semana Santa marca la entrada del buen tiempo. Al transcurrir entre marzo y abril, los días se alargan y el sol calienta más. Sobre todo ese año que nos llega casi en mayo y con un tiempo loco. En Cantabria, sin ir más lejos, ha echo días de 35º, temperatura que no suele alcanzarse mas de 10 o 15 días en verano.
Dado que los niños no tienen cole y que la mayoría disfruta de unos días libres en el trabajo, aprovechamos para hacer la primera escapada del año. Más bien aprovechábamos, pues con los tiempos que corren pocos son los que se atreven a gastarse su dinero en las primeras vacaciones del año.
Yo personalmente quería marcharme unos días, pero mi situación económica es mala, más cuando es casi seguro que en unos días acabe en el paro: la empresa para la que trabajo cerrará sus puertas si no encuentra una obra en la que emplear a los pocos obreros que quedamos. Es la tónica general, diga lo que diga Zapatero, la recesión continúa. Y esto será así mientras no se consiga crear trabajo.
Total, un año más, nos quedamos sin poder disfrutar se la Semana Santa, fecha marcada en rojo en el calendario, pues, tras varios meses sin descanso, al fin logramos tener unos días libres para nosotros. Sin embargo, una vez más, el gobierno tiene suerte: acontecimientos como "los cuatro clásicos" restan protagonismo a la crisis, de la que no se acuerdan los telediarios, más preocupados de informar sobre Casillas, Messi, Cristiano y compañía con sus millones de € que del debacle económico que asola a los españoles.
Hace unos días leí una noticia devastadora: 60.000 niños pasan hambre en España. ¡En España! País desarrollado que pretende ser una de las grandes potencias mundiales. La cifra es aterradora, lamentable, repugnante. Pero Cristiano Ronaldo le dio al Madrid su primera copa del Rey en 18 años y eso sí que importa ¿verdad?
Los más religiosos durante estas fechas acuden a las procesiones que celebran las cofradías del país. Bastante procesión es ya para nosotros sobrevivir el día a día. Dichoso dinero, tan esquivo en estos tiempos en que tanto lo necesitamos.
Ojalá vosotros tengáis el placer de disfrutar de unos días de vacaciones. Yo me quedaré en casa, pensando qué hacer con mi vida. En la manera de conseguir dinero. En un nuevo trabajo que tardaré meses en conseguir. En cómo pasar la pensión de mis hijas. Y en recortar aún más los gastos.
