Lo malo de esto es que nos pilla con el bolsillo bastante maltrecho. Así todo, seguro que nos sobra tiempo para acercarnos a alguna tienda a ver si pillamos alguna ganga.
Rebajas. Siempre a destiempo. Despues de las navidades, cuando ya todo el mundo se ha gastado buena parte de sus ahorros (o del sueldo), cuando ya hemos comprado esa camisa que tanto le gustaba a la madre, nos vienen las rebajas. Y lo peor de todo, si ya casi estamos pensando en el verano, ahora que queda poco para que pase el mal tiempo y que tenemos el armario repleto de abrigos, franelas y plumas, pretenden vendernos más. Porrque no ponen en rebajas la ropa de verano, sino la de invierno. Justo esa que compramos en Octubre cuando empezaron las primeras lluvias. Mira si ese paraguas es igualito al mio... 15 € me costó. ¿9€ ahora? Vaya... Pues quizá le compre, que para el invierno que viene este ya se habrá roto. Total encima del armario me debe quedar algo de hueco. ¿Y ese abrigo a 29? Pues también, se lo digo al vecino y me lo guarda en el garaje, que es más grande que el mío y seguro que le cabe, aunque, ahora que lo pienso, los pantalones del año pasado se los puso a los hijos... es que se metio el gato en la lavadora y les destroó los suyos. Mejor me compro unos calcetines qu nunca están de más. Así sé que tengo pares de recambio para todo el mes y ahorro en coladas.
Porque se trata de eso, de gastar. Y así los comercios aprovechan y se deshacen de mercancía, aún ganando menos. Hay que ir haciendo sitio porque en cuanto acaben las rebajas se pondrán a la venta los bikinis, las minifaldas y demás ropa veraniega... hasta que llegue Julio, las rebajas y vuelta a empezar. Siempre a destiempo.
Siempre a destiempo sí, que es como vivimos nosotros. Rebajas a destiempo, subidas de luz a destiempo... y si no tienes ni un duro en el bolsillo, pues buscate la vida, pero consíguelo
Y ahora, a buscar la ganga. Buena suerte.
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